En el ritual político estadounidense, las convenciones partidistas tienen cuatro objetivos: primero, reafirmar el “Sueño Americano”; segundo, legitimar a los candidatos a presidente y vicepresidente, respectivamente; tercero, demostrar la unidad partidista; y, finalmente, presentar la agenda retórica del candidato presidencial
Esta aseveración sirve como prólogo a la presente editorial, la cual pretende explicar cuál será el dietario que, en su peculiar estilo altanero y pendenciero, utilizará Donald Trump en su lucha por permanecer en la Casa Blanca.
1.- América Primero. Con un marcado tufo unilateral, Trump mostró sus “logros” en el escenario internacional: la retirada de los acuerdos sobre el Cambio Climático de París y el programa nuclear de Irán; la guerra comercial con China; y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN.
2.- Ley y Orden. A semejanza de cualquier alguacil del Salvaje Oeste, Trump declaró su intención de hacer respetar la ley. Los ejemplos mostrados fueron: la eliminación física de prominentes rivales en el Medio Oriente; el envío de fuerzas federales para aplacar los disturbios raciales en varias ciudades de la Unión Americana; y la construcción del muro fronterizo con México;
3.- La lucha contra el Covid-19. Los Estados Unidos han puesto en pie de guerra a su complejo militar-industrial contra el “virus de China”.
4.- Atacar a Joe Biden. Trump definió a su rival demócrata como “un caballo de Troja” del socialismo; un individuo “dormilón” y de bajo coeficiente intelectual; y el futuro destructor de la grandeza de los Estados Unidos.
Finalmente, la lucha electoral entre Donald Trump y Joe Biden se da en el contexto de la pandemia provocada por el Covid-19 y la crisis económica derivada de esta, y los disturbios raciales que, en algunos momentos, parecen una guerra de baja intensidad.
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