Nostalgia, emociones contenidas, y sobre todo ganas de poder abrazarse y besarse sin distancia social fue lo que se respirò entre muchos abuelos al hablar de sus nietos este 28 de agosto. El sentimiento que rodea este año al Día de los Abuelos, difiere mucho de citas anteriores tras duros meses de confinamiento, reuniones por plataformas electrónicas y la preocupación creciente ante los cada vez más numerosos contagios "A raíz de la crisis sanitaria originada por el Covid-19, muchas familias tuvieron que interrumpir las visitas a las personas mayores, afectando emocionalmente tanto a los abuelos como a los nietos", la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de cuidarles, ya sea en la proximidad o en la distancia.
El Covid-19 les arrebató la oportunidad de festejar a los adultos mayores este Día del Abuelo, pues se ensañó con ellos, ya que más de la mitad de los fallecidos por el virus han sido personas de la tercera edad y los que sobrevivieron no pudieron reunirse en familia para mantener la sana distancia y evitar contagiarse.
Hasta la noche del jueves, en México habían fallecido 62 mil 594 personas por el virus, de acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Salud, de las cuales 36 mil 509 tenían a partir de 60 años al momento de morir, es decir, el 58.81% de los infectados que perdieron la batalla contra el coronavirus eran adultos mayores.
Fueron 13 mil 770 mujeres, de entre 60 y 94 años, y 22 mil 739 hombres, de entre 60 y 99 años, los que murieron en el país debido a la pandemia antes de que llegara el Día del Abuelo el viernes pasado y Hasta esta semana, en México hay un total de 579 mil 914 casos confirmados del virus.
Dicen los especialistas que el confinamiento que se vive actualmente hace vulnerables a todas las personas, y mantener un contacto afectivo con la gente mayor nutre la funcionalidad de cada integrante de la familia, pues se promueve la salud física y mental.
“Una cosa es estar aislado por prevención y otra estar solo, sin vínculo físico o afectivo” En definitiva, no podemos asignar a los abuelos únicamente un rol de cuidadores; recogiendo a los nietos de la escuela o ayudando a sus tareas, cuidarlos en los periodos vacacionales o cuando están enfermos, sino que desempeñan un papel como educadores, a través de la transmisión de su experiencia vital, sus valores, encargándose en ocasiones de las relaciones con los centros educativos, con sus profesores, pasando mucho tiempo con sus nietos aportando sabiduría, transcendencia y sentido común e involucrándose de manera muy activa en el proceso de desarrollo de habilidades y competencias de sus nietos para pensar, actuar y desarrollarse.
Todos estos beneficios, tanto para los abuelos como para los nietos, no se están dando estos días por las limitaciones en la relación entre ellos. La distancia que genera una llamada no puede suplir el contacto directo y físico entre ellos. La complicidad no es la misma a través de las pantallas que compartiendo un paseo por el parque.
Según las encuestas, La evolución de la sociedad ha llevado a que los abuelos desempeñen nuevos roles y dediquen cada vez más tiempo y esfuerzos a estar con los nietos, el papel que los abuelos desempeñan dentro de la familia los convierte en soportes fundamentales para el adecuado funcionamiento de las mismas y también en pilares en la educación y en el desarrollo personal de sus nietos. Esto, en ocasiones, supone una carga desproporcionada para aquellos que se merecen un descanso después de toda una vida de esfuerzo y desgaste y no siempre somos conscientes de ello.
Hoy más que nunca; por aquellos que nos han cuidado, nos han educado, nos han enseñado, han luchado por nosotros, por nuestros derechos… Hoy más que nunca, tenemos que devolverles todo lo que nos han dado, y tenemos que estar ahí para ellos, para lo que necesiten, para lo que nos pidan y para lo que no nos pidan pero que sabemos que necesitan; nos tienen que sentir cerca y no se pueden sentir solos
Que el coronavirus no rompa ese vínculo
Nos vemos luego en otro comentario.
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