La pandemia del coronavirus nos ha puesto a prueba el modo en que nos organizamos como sociedad, por lo tanto, analizar esta crisis sanitaria desde una perspectiva de género resulta imprescindible si tomamos en cuenta que la gran parte de los cuidados ya sean profesionales o informales, los ejercen las mujeres.
Es necesario reconocer que son las mujeres quienes han sido las más afectadas durante la pandemia y quienes tendrán mas desafíos para la recuperación post COVID.
Debemos tomar en cuenta que profesiones y oficios como la enfermería, la medicina que son las que están como primer filtro con pacientes COVID, sin dejar de lado a las encargadas de autoservicios, farmacias, personal de limpieza y demás, son asumidas mayormente por mujeres y Si no cambia el hecho de que sean mayoritariamente las mujeres quienes asuman las labores de cuidado, estarán más expuestas a infectarse del virus”
las mujeres la mayoría de ellas jefas de familia, en esta pandemia han sido mucho más vulnerables a perder su empleo o a recibir salarios menores, incluso a tener que trabajar sin sueldo alguno, azotando de manera devastadora en la economía del país.
En pleno 2020 no debería sorprendernos que destaquen mujeres líderes políticas y sus capacidades, sin embargo, lo es y es noticia. Esto es porque aún hay demasiada resistencia y obstáculo para que las mujeres tengan igualdad de condiciones para acceder y ejercer en los espacios de tomas de decisión.
Son por lo menos 16 políticas mujeres líderes ministras y Presidentas las que han sido reconocidas nivel mundial por su gestión y desempeño al frente de la pandemia, cuyas “líderes han tenido una particular disciplina, sensibilidad y capacidad de respuesta frente a esta pandemia, y por ello han podido desarrollar mejores políticas públicas para el momento y para el futuro”.
Esta crisis sanitaria ha demostrado que la capacidad de las mujeres líderes tienen una notoria distinción: el ejercicio de un liderazgo transformador, transparente y empático, además, Comparten factores como el nivel de calidad democrática o un alto índice de desarrollo humano en sus respectivas demarcaciones.
Ejemplos como Noruega, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Nueva Zelanda y Alemania por mencionar algunos países liderados por mujeres, quedaran marcado en la historia por su capacidad de respuesta y dejaran un precedente de cómo se debe actuar preventivamente.
Dejando las Ideologías aparte, esta crisis sanitaria está haciendo más evidente la diferencia entre las mandatarias y los mandatarios del mundo, Quizá la pregunta no debería ser por qué hay tanta dirigente femenina sensata, sino porque hay varones tan cerrados y cuadrados al frente de los gobiernos en todo el mundo.
Jamás será noticia que países gobernados por hombres destaquen por su buena gestión de la crisis del COVID-19. Lo sabemos porque claro que los hay y muchos. La diferencia es que estos NO SON AGRUPADOS COMO COLECTIVO o como sector vulnerable de la sociedad.
La resaltada gestión de mujeres líderes, aunque no debería de ser noticia, ha sorprendido porque aún hay muchas barreras para acceder a espacios de poder, liderazgo y a los organismos de toma de decisiones ante el manejo de crisis.
Nos vemos luego en otro comentario.
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