EL MIEDO…MÁS PELIGROSO QUE EL CORONAVIRUS

La ladina estrategia de grandes potencias como Alemania y los Estados Unidos, dueñas de los principales laboratorios fabricantes de medicinas ha sido sin lugar a dudas, el infundir miedo de manera masiva a la sociedad de forma tan implacable como imparable. Así sucedió en 2009 con la supuesta epidemia del virus H1N1 causante de los brotes de la llamada influenza porcina en México y EEUU que el pueblo mexicano se tragó para que el gobierno de Felipe Calderón le comprara a los gringos millones de vacunas y millones de dosis del TAMIFLU que sigue vendiéndose en todo el mundo sin la certeza científica de su eficacia. Uno de los dueños de la sustancia activa del TAMIFLU denominado OSELTAMIVIR que se comercializa a través de la firma ROCHE es Donald Rumsfeld quien fue ministro de Defensa de George Bush en ese tiempo. Existe la justificada sospecha que el virus H1N1 se modificó genéticamente para que se transmitiera a los seres humanos en los laboratorios farmo-terroristas del ejército de EEUU en Fort Dix, New Jersey, desde 1976, causando entonces la muerte de varios soldados. No es casualidad que la mutación de ese virus significó una forma nunca antes vista de la gripe que combina virus de cerdo, de aves y seres humanos, en una mezcla intercontinental de virus de Norteamérica, Europa y Asia, tal como está sucediendo con el coronavirus. Bajo este contexto, la pandemia del coronavirus, ha levantado la más grande cortina de humo, para que los pueblos del mundo se olviden de los grandes problemas que azotan a la humanidad, manipulada por los grandes medios de comunicación, por las grandes firmas farmacéuticas que, hoy por hoy, garantizan más ganancias que la de los grandes bancos que ahora viven una profunda crisis, situación que ha llevado a Donald Trump a pretender cambiar el orden económico mundial al patrón oro y aprovecha el coronavirus para suspender la entrada de extranjeros de 26 países de Europa y pedirle al Congreso Norteamericano 10 mil quinientos millones de dólares para monitorear y detectar los contagios . España e Italia están en cuarentena obligatoria, en virtual toque de queda, mientras que sus ejércitos patrullan las calles y la gente es confinada a sus hogares. En América Latina, a pesar de que el virus ya llegó a la mayoría de los países, el número de casos hasta la fecha es relativamente bajo comparado con continentes como Asia y Europa e incluso Estados Unidos. En México los infectados por el nuevo virus todavía están por debajo de tasas normales provocadas ordinariamente en el mundo por los resfriados comunes y la influenza. La Organización Mundial de la Salud ha situado a México en la fase uno con 53 casos confirmados y 176 bajo sospecha. Cuál es la verdadera dimensión y origen de esta pandemia inflada permanentemente de manera alarmista por los grandes medios de comunicación de todos los países. Es innegable que bastó para que Estados Unidos tocara la campana de alarma para que el mundo temblara de miedo ante el coronavirus. Son los países más poderosos del mundo en contubernio con las multinacionales farmacéuticas las que controlan la Organización Mundial de la Salud que a final de cuentas es la que dicta los protocolos que deben seguir los países miembros de la ONU. El coronavirus, prácticamente ha paralizado la economía mundial y nada se dice de Cuba, hermano país, que desarrolló un medicamento para combatir el coronavirus, seguramente porque este medicamentos no lo vende…lo regala. Afrontemos sin miedo ésta crisis sanitaria y acatemos las medidas de prevención que nos recomiendan nuestras autoridades. El más grave peligro que enfrenta México es la desinformación, el miedo y sobre todo las noticias falsas de aquellos que ya perdieron sus privilegios y quieren ver a México derrotado y humillado, cuando han sido esos detractores gratuitos al gobierno Andrés Manuel López Obrador los que han sido moralmente los derrotados.