Por años he asumido un compromiso personal y profesional con la equidad de género y la lucha contra la violencia contra las niñas y mujeres. Sin duda me considero feminista y creo, con sinceridad que el machismo y el sistema patriarcal han sido un freno civilizatorio que se niega a desaparecer realmente de nuestra vida social y hasta familiar por supuesto.
El feminismo, sin adjetivos, es una postura necesaria para crear el cambio verdadero que nos permita acceder a una etapa distinta, más plena y mejor para todos sin importar el género.
Hago esta declaración personal porque, a contrario de las posturas en torno al feminicidio, debo decir que en esta ocasión, estoy a favor de la propuesta del Fiscal general de la nación a pesar de la franca oposición del resto de las feministas.
Me explico:el fiscal GErtz Manero propone que el feminicidio deje de ser un tipo penal autónomo y que los casos de homicidios de género sean tipificados como homicidio con el agravante de feminicidio
Las feministas se oponen porque la desaparición del tipo especial se equipara a restarle visibilidad al hecho y ello tiene implicaciones ideológicas y políticas que entiendo y comparto, pero que, en este momento específico me parecen secundarias respecto al bien mayor que es frenar la brutal inseguridad que sufrimos las mujeres.
Pienso que antes que atacar las causas del fondo, un proceso largo y difícil, es necesario combatir sus consecuencias.
El feminicidio ha resultado, como delito, difícil de probar para una representación social que carece de la adecuada preparación técnica, que no cuenta con los recurso tecnológicos, que está mal remunerada y que no tiene incentivos ni reconocimiento social.
! Por supuesto que creo con toda razón que es necesario que eso cambie! Pero soy realista. El cambio requerido involucra un tiempo muy prolongado. A veces decenios. Y mucho dinero que no tenemos. Entonces, me parece más conveniente y realista hacer lo posible:adaptar nuestra necesidad a la realidad. Y ya se que esto no es lo que los idealistas queremos oír, pero el realismo es una necesidad en la resolución seria de los problemas apremiantes.
Entiendo y comparto la angustia, la indignación de las mujeres que buscan, porque es lo justo, la visisbilizacion del problema y con ello su erradicación. También se que el problema debe atacarse con realismo porque la efectividad de cada medida se traduce en vidas que se salvan. Resulta preferible reducir la incidencia de feminicidios a partir de inhibir conductas por la menor impunidad (que es la propuesta del Fiscal) que tener leyes mejor concebidas que tristemente no se van a aplicar por nuestras tareas burocráticas y judiciales.
A veces, La retórica demagogica crea normas impecables que resultan espesas cortinas de humo que esconden la realidad.
El triste ejemplo :México ha adoptado tratados y convenios internacionales y ha creado leyes, normas, protocolos, y otros instrumentos en apariencia suficientes para prevenir el delito de género. La realidad es que pasamos de 7 mujeres asesinadas a diario por misoginia a 10 diarias en este momento.
Por ello, en mi opinión y sin desconocer las recomendaciones internacionales ni la demanda social en la materia, y por razones meramente técnicas, es preferible la opción del tipo penal de homicidio con la agravante de feminicidio. Cero impunidad hoy, mejores leyes mañana.
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