Pocas veces hemos enfrentado como humanidad retos tan serios como el coronavirus, ningún país estaba preparado para atender la contingencia derivada de esta pandemia.
En México al igual que en cualquier lugar del mundo, estamos aprendiendo nuevas formas de convivencia. Los gobiernos de los tres niveles nos vimos obligados a tomar decisiones, adecuar programas y recursos que teníamos previstos para otras cosas después de esta larga cuarentena, tenemos claro que no podemos bajar la guardia y debemos seguir adelante unidos y en una misma dirección.
En el caso de Jesús María, desde el primer momento de la contingencia por el COVID-19, la presidencia municipal puso en marcha una serie de acciones y programas para proteger a los ciudadanos y contener la propagación del virus; sin embargo, las decisiones no se tomaron de manera unilateral, sino con el consenso de diferentes sectores, en la primera etapa nos coordinamos con los dueños de bares, restaurantes, salones de fiesta y muchos otros negocios, quienes de manera decidida cooperaron en beneficio de todos, por eso agradezco enormemente su compromiso.
De igual forma pusimos en macha una brigada sanitaria que ha estado verificando a todos los negocios que por el tema económico debieron abrir, pusimos en marcha el Programa de Empleo Temporal, para apoyar con trabajo a quienes se quedaron sin sustento, implementamos un programa alimentario y también tomamos medidas con los tianguis, de tal manera que pudieran operar con un mejor riesgo, cancelamos nuestra tradicional Feria de los Chicahuales; entre muchas otras medidas que hemos aplicado oportunamente.
Ahora, entramos a otra etapa que también causa incertidumbre, porque no sabemos a ciencia cierta cuándo y cómo acabará la contingencia, pues luego de que la actividad económica del país se mantuvo estática, enfrentamos no sólo las consecuencias en materia de salud, sino que estamos ante una de las mayores crisis de salud, económica, social y crisis emocional; sin embargo, esto no es pretexto para detenernos, al contrario debemos planear y organizar, debemos replantear proyectos, instrumentar soluciones y ser más creativos que nunca, porque como dicen por ahí: estamos todos en el mismo barco y es responsabilidad de todos que llegue a buen puerto.
La tarea no será fácil, la economía ha quedado devastada por el virus, pero ese virus no ha acabado con nuestra voluntad e inteligencia para salir adelante y ganar la batalla.
Por nuestra parte y como un municipio más de Aguascalientes, estamos trabajando en un plan de reactivación en el que puedan participar diferentes sectores y que beneficie a todos los jesusmarientes, especialmente a quienes perdieron su negocio o su empleo, y que coadyuve junto con los demás municipios a impulsar a nuestro estado como lo que siempre ha sido, un ejemplo nacional en diferentes terrenos.
Aguascalientes está de pie y ahora más que nunca, necesitamos de todos nuestros esfuerzos y capacidades, , no esperemos todo del gobierno, el trabajo y la esperanza deben de ir de la mano para recuperar lo que la pandemia nos arrebató, y, si no podemos volver a la vida cotidiana como la conocíamos, debemos poner en práctica lo aprendido en este tiempo y seguro estoy que con disciplina, trabajo y esfuerzo lograremos superar el gran reto de reactivar nuestra economía.
No quiero cerrar esta cápsula sin agradecer y reconocer a los nuevos grandes héroes de México y el mundo: médicos, enfermeras y todo el personal de salud que a riesgo de su propia vida han salvado a miles. Estamos en deuda con ustedes y sus familias, por ello, simplemente gracias. También quiero expresar mi más profunda empatía y solidaridad con los familiares de quienes han fallecido en esta batalla, cada paciente y cada caso nuevo nos duele a todos y nos compromete más a seguir luchando codo a codo.
Muchas gracias y esperemos que muy pronto tengamos la oportunidad de volver a abrazarnos y estar cerca físicamente, aunque con el corazón hemos estado más unidos que nunca.
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