Hoy para el PRI las consideraciones para reencausar su participación en Aguascalientes, pasan por varias preguntas fundamentales, quede deberían estar haciéndose. ¿Cómo despertar el interés de participación de militantes que un día creyeron en la institución y que por diversas circunstancias se alejaron o se sintieron desplazados?, ¿Cómo reagrupar a los grupos para permitir una nueva transición hacia un cambio generacional consensuado?, ¿Cómo generar simpatía e identificación con las nuevas generaciones de jóvenes y tener una agenda ideologica en redes?,¿Cómo ser una oposición talentosa, mediática y constructiva, que despierte intereses en los temas ciudadanos? Y por ultimo, ¿Cómo presentar opciones atractivas y ser competitivo el próximo año electoral?. Todas estas preguntas son lo que el Comité Estatal debería de haber construido en los pasados y presentes meses.
Sin embargo, hoy eso no ha pasado y la realidad encara a la recién ratificada dirigencia estatal a plantearse algunos escenarios que bajo mi consideración, de manera pragmática, tendría que responder ante la pregunta: ¿Cómo va a jugar el PRI en AGS?.
En primer término, el PRI debe reconocer que es la tercera o cuarta fuerza política dependiendo del Municipio y que esto debe normar sus prioridades y estrategias. Pretender ganar una mayoría en el Congreso Local, recuperar Distritos Federales o ganar un buen numero de Ayuntamientos parece hoy un objetivo complejo, irrealista o cuando menos poco construido. Sin embargo el PRI tiene una presencia histórica real en su estructura de liderazgos en todo el Estado, en sus ex funcionarios públicos y en diversos sectores sociales que reconocen la construcción por años del desarrollo, las instituciones y gran parte de la infraestructura con que contamos.
Dicho esto, el rol del PRI, hoy debería ser otro, ante un escenario de responsabilidad histórica por el riesgo real que representa la política que Lopez Obrador ha demostrado. Entonces, por un lado debería reconstruirse y volver a empezar, con humildad, como partido de oposición. pero por otro lado, jugar el papel que le corresponde para no permitir el desmantelamiento y retroceso del estado mexicano, con un Gobierno de MORENA retrograda, ineficiente y sobre todo irresponsable y sin escrúpulos, por decir lo menos.
Ante ello, el año próximo plantea dos opciones al PRI: Repartir las pocas candidaturas entre los ya desgastados grupo políticos tradicionales y esperar el esfuerzo personalísimo de cada candidato para lograr algunas posiciones, O bien, Entender que por si solo el PRI no genera hoy una fuerza suficiente para hacerle contrapeso a MORENA y concentrarse en formar un Frente Amplio de Oposición con los demás partidos, donde el objetivo común sea NO permitir el triunfo electoral de MORENA en los Distritos Federales para lograr un reequilibrio y contrapeso en el Congreso de los Diputados, que debería ser la prioridad del 2021 para corregir el rumbo del país o cuando menos contener.
En lo personal yo pensaría en una estrategia para identificar 100 distritos federales que hoy tenga Morena ganados y donde la sumatoria de PAN, PRD, movimiento ciudadano y PRI, mas los que se sumen, pueda garantizar el triunfo en coaliciones que den la certeza de un resultado ganador, que en toda democracia se entendería como tener un esquema mas sano de gobierno. buscando un contrapeso en el Congreso que sea la conciencia y evitar reformas constitucionales que abusen del poder.
El PRI vive hoy un momento critico, las recientes reformas a sus estatutos mandaron un mensaje grave de retroceso y en estos días se renovará el consejo político estatal, del cual por cierto he decidido no participar, porque no veo una idea real de cambio, apertura o una estrategia mas acorde a los intereses ciudadanos.
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